...ERASE UNA VEZ UN HALCÓN MILENARIO.

Surcando los cielos,en el intento logrado de navegar sobre las corrientes cálidas que proporcionan los primeros rayos de sol incidiendo en los vapores terráqueos del aire.Los parajes y montañas se muestran en despertar continuo,desperezar,estirar,regar hasta el cerebro,nuevo constante,único,dulce emanación de la tierra y sus sueños distribuidos en seres adaptados,diversos, dispersos por colinas,valles,desfiladeros,rifes y caprichosos recovecos del accidentado ecosistema.Con intención de alimentarse sin prisa,disfruta del pasaje,divisa,vuela cauto del inapelable viento,golpecillos esporádicos desestabilizan las alas obligando a corregir,activando los reflejos y atención,contempla,controla su singladura,no tiene prisa,sabe lo que se juega,pero un Halcón hace tributo a sus antegeneres en vuelo morir.Eso le despreocupa de todo y acentúa su vida presente,contempla lo que ningún ejemplar de especie a podido,es su vida,la única,la conocida,su lugar como Halcón.Devuelve su agradecimiento siendo un ser desinteresado de paso.Y atraviesa cortinas de bruma,refresca sus alas, en barrena desciende disipando la temperatura de todo su plumaje,de golpe hasta caer vertiginoso sobre calientes brisas marinas,libre ,decisivo.Regresa a tierra y llega el momento del almuerzo.